Lago del cráter de Kerið

En el sur de Islandia hay un espectacular lago de cráter volcánico, también llamado "El Ojo del Mundo". A diferencia de los demás cráteres de la región, el lago del cráter Kerið, de 3000 años de antigüedad, es un verdadero milagro de color. La roca volcánica ferruginosa brilla en tonos rojizos, el lago de su interior es azul aguamarina gracias a los minerales, y la exuberante vegetación verde se extiende por el paisaje como pequeños puntos de color. La vista se encuentra en la zona de Grímsnes y es fácil llegar a ella como parte de la popular ruta del Círculo Dorado.

El lago del cráter se formó hace unos 3000 años. Los investigadores suponen que en aquella época era un volcán de forma cónica. Se dice que, tras una erupción, la cámara de magma se vació, provocando el hundimiento del suelo. Así pues, el cráter de Kerið no se formó por una explosión, como se pensaba en un principio, sino que se derrumbó por su propio peso, lo que en realidad lo convierte en una caldera. El cráter tiene unos 55 metros de profundidad, 170 metros de diámetro y 270 metros de circunferencia. El intenso color rojo de la roca se debe en parte a la cantidad y en parte a la edad del hierro que contiene. El resto de los cráteres de la región tienen el doble de antigüedad que Kerið y la roca volcánica es negra. Cuanto más "fresco" sea el hierro de la roca, más rojos brillantes podrán detectarse. Gran parte del cráter está formado por escarpadas paredes rocosas con poca vegetación. Sólo un lado es más llano y está cubierto de musgo verde. La profundidad del lago del cráter varía entre 7 y 14 metros y depende del nivel de las aguas subterráneas, que cambia según la cantidad de lluvia y la estación del año. El agua adquiere su color brillante de los minerales del suelo, que se mezclan con el agua para crear un azul casi de neón. El sobrenombre de "El Ojo del Mundo" procede de la forma del cráter, que parece un ojo humano a vista de pájaro.

El cráter de Kerið está a sólo unos 50 metros de la carretera y tiene una zona de aparcamiento específica para la atracción. Algunas excursiones del Círculo Dorado paran aquí como complemento a las tres atracciones principales, y el cráter también se puede explorar muy bien por tu cuenta. Desde Reikiavik, todo lo que tienes que hacer es seguir la carretera de circunvalación durante unos 47 kilómetros antes de girar por la carretera nº 35. Los propietarios del lugar cobran desde hace algún tiempo una pequeña cuota de 400 ISK (unos 2-4 euros) para mantener el cráter y el paisaje, así como el aparcamiento en el futuro. Al entrar, también te dan un pequeño folleto con la información más importante sobre el cráter Kerið. Una vez que llegues, puedes pasear por el cráter, hacer fotos únicas e incluso descender al lago del cráter. Puede que incluso veas los pequeños peces plateados que se esconden en el agua azul. La mejor época para admirar los impresionantes colores del cráter es durante los meses más cálidos del verano. Sin embargo, merece la pena visitarlo durante todo el año, ya que la vista del cráter helado y cubierto de nieve es diferente, pero al menos igual de impresionante. Sin embargo, cuando nieva, asegúrate de llevar buen calzado para evitar resbalar en los estrechos senderos.

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