Montenegro es uno de los países más pequeños de Europa, con una población de menos de un millón de habitantes. Ya sabemos que Montenegro tiene mucho que ofrecer. Bosques profundos y primitivos, montañas, playas impresionantes, gargantas profundas y lagos glaciares prístinos son sólo algunas pruebas de que un viaje a Montenegro merece la pena. Pero hoy queremos llevarte de viaje al pasado de Montenegro. Al igual que la naturaleza, la historia de Montenegro también es muy colorida. La turbulenta vida de Montenegro ha sido moldeada por muchas personas, pero su constante búsqueda de la libertad ha seguido siendo dominante a lo largo de su historia. Aunque su territorio es más bien pequeño, este orgulloso país tiene mucho que contar en lo que se refiere a su historia.
¿De dónde procede el nombre de Montenegro?
El nombre "Crna Gora" (Montenegro) se menciona por primera vez en la constitución del rey Milutin de 1276. Se cree que la ciudad obtuvo su nombre de los densos bosques que cubrían el monte Lovcen y sus alrededores. Los bosques eran tan oscuros que el observador tenía la impresión de una montaña "negra".
La prehistoria de Montenegro
En la época del Imperio Romano, el territorio de Montenegro era en realidad el territorio de Duklja, que incluía la zona alrededor del lago Skadar y las montañas cercanas. El primer príncipe de Duklja fue Vladimir. Con la llegada de los eslovenos en el siglo VII, el cristianismo se impuso rápidamente en esta región. En 1040 Duklja obtuvo su independencia y finalmente fue declarada reino en 1077, convirtiéndose al mismo tiempo en el primer estado independiente de los Balcanes. El reino recibió el nombre de Zeta.
Mientras se producía un malestar general tras la muerte de los gobernantes de la familia Vladimir, Bizancio, el Imperio Romano de Oriente, obtuvo la supremacía sobre Zeta. Ahora gobernaba el gran soberano Nemanja, pero no cambió el estatus de Zeta, como estado independiente.
Bajo el liderazgo de las dinastías posteriores de Balsic y Crnojevic, Montenegro se convirtió en un estado feudal independiente en el siglo XIV. Durante su reinado, el pueblo, junto con la familia Crnojevic, tuvo que retirarse hacia las montañas Lovcen debido a los numerosos ataques del ejército turco.
En 1496, los turcos se hicieron finalmente con el dominio de Montenegro y lo anexionaron a la provincia de Skadar. No obstante, Montenegro conservó un alto grado de autonomía y recuperó su plena independencia unos 200 años después. A partir de entonces, los líderes espirituales, los obispos, asumieron el gobierno de Montenegro. Luego, a finales del siglo XVII, comenzó la fundación de la dinastía Petrovica y con ella la lucha por la unidad de la religión y la política.
El siglo XIX
Una de las figuras más famosas de la historia montenegrina es Petar I Petrovic. Bajo su liderazgo, Montenegro consiguió afianzar su independencia y, tras grandes victorias sobre el ejército turco, numéricamente superior, finalmente se liberó por completo. También unió a los diversos clanes de Montenegro y los acercó a la población costera, que en aquella época seguía bajo la influencia de Austria-Hungría.
Su sucesor, Petar II Njegos, fue considerado un estadista, filósofo y escritor excepcional. Durante su reinado, construyó instituciones estatales, autoridades administrativas y estatales, mantuvo relaciones con Rusia y participó en batallas contra Turquía. También escribió numerosas obras literarias que le convirtieron en un escritor de fama mundial.
Aunque el pueblo montenegrino era significativamente más débil en número, salió victorioso en varias batallas contra Turquía. Durante su reinado, el príncipe y rey Nikola permitió a Montenegro alcanzar importantes objetivos políticos. Bajo su liderazgo, Montenegro reconquistó Bar y Ulcinj, y con ellos parte de la costa adriática, y también recuperó Podgorica, Kolasin y Niksic. En el Congreso de Berlín, Montenegro recibió pleno reconocimiento internacional. El hecho de que Montenegro fuera el único país de los Balcanes que había luchado con éxito contra el Imperio Otomano impresionó a Europa, y Montenegro se convirtió finalmente en reino en 1910.
El siglo XX
El siglo XX fue una época difícil para Montenegro, que perdió entonces su independencia y desapareció del mapa político de Europa. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Montenegro se puso del lado de Serbia y los Aliados. Serbia se anexionó Montenegro en 1918, y con ello Montenegro perdió todo lo que había adquirido a lo largo de los siglos: su condición de Estado, su ejército y su dinastía.
Tras los turbulentos años de finales del siglo XX y la desintegración de la antigua Yugoslavia, Montenegro permaneció en unión con Serbia, de modo que estas dos repúblicas formaron la Unión Estatal de Serbia y Montenegro.
En un referéndum celebrado el 21 de mayo de 2006, la mayoría de los ciudadanos votaron a favor de la independencia de Montenegro. Así pues, Montenegro es ahora un Estado independiente reconocido internacionalmente. El 27 de julio de 2006, Montenegro se convirtió en el 192º país admitido en la ONU.
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